Normalmente durante los talleres que imparto no suelo tener tiempo para hacer fotografías de la sesión. De hecho, a veces estoy tan metida en la clase y atenta a los pasos de las agujas y los pliegues de los papeles que incluso se me olvida por completo que tengo una cámara.

Afortunadamente durante la jornada de ayer en el taller de cosido copto básico sí tuve ocasión de poner a prueba el nuevo objetivo de la cámara, y estoy tan orgullosa -como siempre- del trabajo de mis alumnas que quiero compartir con todos vosotros algunos de esos instantes con Pilar, Ana y Yesica.

 

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