Antes de empezar a encuadernar hay que prestar siempre atención a la dirección de la fibra o hilo del papel para lograr un buen acabado.
Esta dirección es de vital importancia en todo proceso de encuadernación y repercute también en el resultado final. Seguro que alguna vez has tenido en tus manos algún libro que te ha costado abrir o pasar las hojas, porque estas ofrecen resistencia y tienden a volver a su posición inicial como resortes. En estos casos, no se ha tenido en cuenta la dirección de la fibra del papel durante el montaje.
Además de favorecer la experiencia de la lectura y la escritura, tener un papel bien orientado también nos garantizará una mayor durabilidad de nuestra encuadernación en el tiempo.
Todo papel está formado por fibras de distinta naturaleza y longitud, orientadas en distintas direcciones. Algunas son más cortas y se presentan orientadas en cualquier dirección, mientras que hay otras más largas que durante el proceso de fabricación del papel tienden a alinearse y orientare en la misma dirección. Esto es lo que suele pasar con los papeles de fabricación industrial (en el caso de los artesanales las fibras se dirigen en todas direcciones y en la inmensa mayoría de los casos es muy difícil detectar la dirección de la fibra). Esta dirección principal es la que marca el sentido del hilo o la fibra del papel.
Los papeles y cartones que utilicemos a la hora de montar un libro o un cuaderno, sean para las tapas, guardas, cuadernillos… deben disponerse de manera que la fibra del papel vaya paralela al lomo.
También hay que cuidar la dirección de la fibra en los materiales que utilicemos cuando estemos realizando estuches, cajas de conservación…
¿Cómo saber cuál es la dirección de la fibra en un papel o cartón?
Si coges un papel y lo doblas y aprietas ligeramente sobre sí mismo, verás que el papel presenta distinta resistencia según lo dobles en una dirección u otra. El papel ofrece siempre menos resistencia cuando se dobla paralelo a la dirección de la fibra.
Otra forma de probarlo es rasgando tiras del papel que queremos examinar: en este caso, el corte más limpio y que veremos que hacemos más fácilmente es el que se hace en la dirección de la fibra.
También podemos comprobarlo humedeciendo o encolando un trozo de papel. Verás que al hacerlo el papel tiende a doblarse sobre sí mismo en una dirección, que es precisamente la que va paralela a la fibra. Al humedecer un papel, las fibras absorben esa humedad de distinta manera. Las fibrillas que van paralelas a la fibra principal del papel ‘engordan’ con la humedad pero no crecen en longitud, al contrario de lo que ocurre con las que van en contra del hilo. El resultado es que el papel cuando se humedece, tiende a crecer en sentido contrario a la fibra.
sencillamente genial!
gracias
Gracias Eva, siempre olvido comprobar la dirección de la fibra, gracias por recordarlo
Un beso
De nada! :)
Gracias a ti, reina. La dirección del hilo es tan importante…, para mí es ese «ingrediente secreto» que te ayuda a diferenciar los buenos trabajos. Es lo primero que se te queda grabado a fuego cuando vas a clases de encuadernación. Besitos!!
conocer la dirección de la fibra para qué sirve?
será la direccion del lomo?
grac
Hola Bibi,
en el post puedes encontrar respuesta a las dudas que planteas. En libros y manuales de encuadernación también se trata este tema, por si quisieras ampliar info.
Un abrazo,
Eva.